– El aislamiento social aumenta el riesgo de ataques cardiacos y muerte por todas las causas, según un estudio presentado en el congreso virtual de la European Academy of Neurology
VIENA, 21 de mayo de 2020 /PRNewswire/ — Las personas que están aisladas socialmente son un 40% más propensas a sufrir un evento cardiovascular, como un infarto o apoplejía, que las que están socialmente integradas, ha demostrado un nuevo estudio.
El estudio alemán, que se presentará mañana en el congreso virtual de la European Academy of Neurology (EAN), descubrió que las personas socialmente aisladas son casi un 50% más propensas a morir por cualquier causa.
Realizada dentro del estudio Heinz Nixdorf Recall (HNR) y dirigida por la doctora Janine Gronewold y el profesor Dirk M. Hermann del University Hospital de Essen, la investigación analizó datos de 4.316 personas que fueron reclutadas entre 2000 y 2003.
Los participantes entraron en el estudio sin enfermedad cardiovascular conocida y fueron seguidos durante una media de 13 años. Al inicio del estudio, la información se recogió en distintos tipos de soporte social, con la integración social evaluada basada en el estado marital y cohabitación, contacto con amigos cercanos y familia, y afiliación de las organizaciones políticas, religiosas, comunitarias, deportivas o profesionales.
«Sabemos desde hace algún tiempo que sentirnos solos o no tener contacto con amigos cercanos y familia puede afectar a nuestra salud física», comentó el doctor Gronewold. «Lo que este estudio nos dice es que tener relaciones sociales sólidas es de gran importancia para nuestra salud coronaria, similar al papel de los factores de protección clásicos como tener una buena presión sanguínea, niveles de colesterol aceptables y un peso normal».
El profesor Jöckel, uno de los PI del HNR, añadió: «Esta observación es de particular interés en la discusión actual sobre la pandemia del COVID-19, donde los contactos sociales son o han sido restringidos relevantemente en la mayoría de las sociedades».
Durante el seguimiento, se produjeron 339 eventos cardiovasculares, y se contabilizaron 530 muertes entre los participantes del estudio. Tras ajustarse a otros factores que podrían haber contribuido a estos eventos y muertes, se descubrió que una falta de integración social aumentaba el riesgo futuro de eventos cardiovasculares en un 44% y aumentaba el riesgo de muerte por todas las causas en un 47%. La falta de apoyo financiero se asoció con un incremento del riesgo de eventos cardiovasculares del 30%.
«Esto es obviamente un hallazgo preocupante, concretamente durante estos tiempos de prolongado distanciamiento social», concluyó el doctor Gronewold.